México reportó este miércoles por primera vez más de 1.000 fallecimientos por COVID-19 en un día y alcanzó los 11.729 en total, según el balance oficial del gobierno, en momentos en que el país reinicia actividades tras el confinamiento por la pandemia.

El incremento fue de 1.092 decesos, más del doble que los 470 fallecimientos reportados por la secretaría de Salud el martes.

Los nuevos contagios diagnosticados fueron 3.912, para un total de 101.238.

El director general de Epidemiología, José Luis Alomía, detalló en conferencia de prensa que los fallecimientos ocurrieron a lo largo de varios días.

"Igual que con las defunciones, no quiere decir que las más de 3.000 personas enfermaron las últimas 24 horas, sino que se distribuyeron en las semanas previas, pero apenas fue registrado en la plataforma indicada", aclaró Alomía.

Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud y responsable de la estrategia contra el nuevo coronavirus, dijo el pasado viernes a la AFP que ve probable que México alcance los 30.000 decesos por la pandemia, aunque no especificó en qué periodo.

Las autoridades sanitarias reportaron el nuevo pico de defunciones justo cuando el país, de más de 120 millones de habitantes y el segundo con más muertos en la región después de Brasil, comenzó su tránsito hacia una "nueva normalidad".

Como parte de esta nueva etapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio inicio esta semana a las obras del Tren Maya, en el sureste del país, proyecto insignia de su gobierno que espera convertir en un motor de reactivación económica en medio de la emergencia.

El plan del gobierno, en marcha desde el lunes, activó un semáforo que al indicar color rojo, como ocurre actualmente en 31 de las 32 entidades, solo permitirá operar actividades consideradas "esenciales".

Gradualmente, hasta llegar al verde, se irán sumando otros sectores económicos, actividades en espacios públicos y finalmente las clases escolares, pero manteniendo distancia física y cuidado sanitario individual.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó el martes sobre posibles rebrotes de COVID-19 en América Latina, después de que varios países de la región, incluido México, empezaran a flexibilizar las medidas impuestas para frenar la pandemia.

América es el actual epicentro de la epidemia que ha dejado más de 6,3 millones de casos y cerca de 380.000 muertos en todo el mundo, desde que se registraron los primeros contagios en diciembre en China.